miércoles, 24 de octubre de 2012

Le banane







Le banane

La idea de Vladimir Navokov ha provocado en el público diversas reacciones gracias a los temas tabú que maneja, aunque muchos encuentran en su mente a una especie de loco degenerado retorcido, otros vislumbran una visión genial de su mundo ante la imagen pura de su Lolita.
¿Una niña? ¿una mujer? ¿por que no un Lolito? ¿que pasaría si se tratase de un joven adolescente? ¿o por que no una Lola?
Por que Lolita es indefensa, es frágil,  tiene una húmeda vagina pequeña y virgen que espera ansiosa por ser penetrada, por que es una chica con una lívido despierta y aceptada, por que conoce su cuerpo y sus placeres, por que sabe que tiene la oportunidad de existir en un contexto donde le hombre es el que tiene el poder y la posibilidad de darle todo, a pesar de que ella sabe que se aprovecha, por que gracias a una construcción social hetero-centrada y machista, aquellos hombres que la miran, la ven como una posible víctima que presionará sus penes provocando un delicioso orgasmo, por que saben que eyacular en su joven útero les provocará un desprendimiento racional acercándolos a sus instintos más viscerales y querrán profanar ese virgen cuerpecillo de niña que ya huele a mujer, que ya huele a sangre menstrual, que ya es apto para procrear, para profanar.
Lolita y la banana, la niña con el falo en la boca, la niña que se come el falo y lo puede morder y hacer daño o lo puede lamer y generar el mejor de los placeres.

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